Kimi No Na Wa (Your Name) - Columna de Cine






    Your name parece ser una receta de lugares comunes para una película taquillera (que de hecho lo logra y con creces) estuve escuchando varios videos con diferentes interpretaciones sobre el film y en su mayoría destacan aspectos técnicos como la animación, la elección de los planos, la propuesta estética, la banda sonora, etc. Estoy de acuerdo en todas esas observaciones, cada elemento de la película está puesto para funcionar en conjunto y dar como resultado una sinfonía exitosa pero poética. Digo “pero” porque la mayoría de la veces, para que una película sea valorada como una obra de arte, es necesario que solo llegue a un público bastante reducido. Sin embargo esta tiene todos los elementos para llamar la atención del gran público y aún así ser una poesía audiovisual.

 

Algunos días me despierto llorando sin saber porqué.

 

    Esa es la primer línea que se dice en Your Name y cuando la escuché, inmediatamente sentí que me estaba hablando directamente a mí. Creo que puede hablarnos a todos. ¿Quién no despertó alguna vez de un sueño con esa sensación de angustia? pienso que cuando dormimos, en los sueños, exploramos verdades profundas dentro de nuestro ser y al despertar perdemos esas revelaciones. Solo nos queda el vacío, la angustia de haber descubierto algo y perderlo al abrir los ojos.


    Algo similar es lo que experimentan Taki y Mitsuha, aunque un poco más complejo, porque cuando ellos se van a dormir intercambian sus cuerpos. Taki vive en Tokio y está en el bachillerato, mientras que Mitsuha es una adolescente que vive en el pequeño pueblo de Itomori. Ambos no podrían tener vidas más diferentes. Pasamos de la apacible vida en Itomori con sus festivales, sus tradiciones y su constante contacto con la naturaleza, a la bulliciosa y moderna Tokio. Las dos caras del Japón de hoy en día.

 

Ah, si tan solo nuestras voces hablaran por la noche

¿Podrían llegar al borde mismo de este mundo y el tiempo,

en lugar de desvanecerse en el aire y el polvo?  

(Radwinps - Dream Lantern)

 

            La letra del primero de los varios temas de Radwinps que suena, habla de una separación. Por supuesto habla de la separación evidente entre Taki y Mitsuha, lo cual es el principal conflicto de la historia. Pero esta separación podría aplicar a todo Japón. Donde las tradiciones van quedando en el tiempo para hoy en día ser sólo un cascarón de lo que alguna vez representaron. El Japón moderno se va comiendo al Japón rural, Taki y Mitsuha son el reflejo de esto. A pesar de continuar fielmente con la tradición familiar, Mitsuha sólo desea vivir en Tokio y dejar atrás a su pueblo.

 

            En una de las primeras escenas vemos que Mitsuha se saca un lazo rojo del pelo para dárselo a Taki antes de bajar del tren, lo primero que pensé cuando vi esa escena fue: ojalá no sea otra historia sobre la leyenda del hilo rojo que tantas veces nos contaron. Y efectivamente lo es, un combo entre la leyenda del hilo rojo y gente metida en el cuerpo de otro. Una mezcla de cosas que ya venimos viendo hace décadas. Pero esta película es poesía y, como la poesía que está formada por palabras ya existentes, en Your name pasa exactamente lo mismo. Un conjunto de fórmulas con su ya probado buen resultado nos saca de este mundo por casi dos horas.

 

            Hace muchos años, cuando estaba de viaje, tenía una relación especial con una persona a la que hoy ya no veo. En ese viaje, me mandó un mensaje para decirme que salga a mirar el cielo porque aunque estábamos a kilómetros de distancia los dos estaríamos mirando las mismas estrellas en ese momento. Y aunque ya han pasado años de eso, todavía quiero creer que siempre va haber algo que nos una, como un hilo imposible de cortar. Porque es parte de mi historia, parte de mi identidad. 

 

            Uno de los grandes temas de la película es la identidad (la identidad japonesa para ser más específicos), por eso una de las primeras preguntas que le hace Taki a Mitsuha es: “¿Quién eres?”. Siguiendo una dualidad al estilo yin y yang, ellos complementarán sus vidas. Lo femenino y lo masculino, la ciudad y el campo, la tradición y lo moderno se verán envueltos en el nudo de esta historia para demostrar que un elemento no puede vivir sin el otro, porque son parte de lo mismo. Cuando uno piensa en Tokio no puede evitar pensar en que es la ciudad más moderna del mundo. Pero Japón no sería lo que es sin el peso de la tradición. Sin esa comunión entre la naturaleza y el hombre que tanto pregonan las películas de uno de los próceres del cine de anime: Miyazaki.

 

            La magia de la historia se mete en nuestras vidas un rato y cuando se va quedan algunas cosas que se olvidó, no nos deja indiferentes. No es lo mismo ver esta película que esperar el colectivo (aunque en estos días, esperar un colectivo sería una aventura). Taki y Mitsuha nos demuestran que todos podemos estar unidos, atados en cierta forma a pesar de la distancia. Porque somos parte de un entramado de hilos que no se pueden cortar. Me quedé pensando en los hilos, Mitsuha trenza hilos con su abuela, ella es quien pone en juego algunas de las mejores metáforas de la película, la anciana (porque, en las historias más bellas, el que viene con el saber que le dá sentido a todo siempre es una persona muy mayor) explica que los hilos son unión y tiempo aunque pueden enredarse y hasta romperse. Mi bisabuela me enseñó a coser y gracias a eso pude reformar todos mis pantalones cuando adelgacé en la adolescencia, ella me contaba que de chica tuvo que aprender “corte y confección”, que se hacía sus propios vestidos “no como ahora que compran todo ya hecho”. Me enseñó que para que no se notara la costura había que hacerlo del lado de adentro de los pantalones y que el punto que me había enseñado a dominar era muy resistente. Entonces hice todo lo que ella me dijo y en poco tiempo tuve mis pantalones casi como nuevos. Cada vez que tengo que coser algo me acuerdo de mi bisabuela. No tengo necesidad de hacerlo, puedo ir a comprar una prenda nueva, pero es como si ella me hubiera dado la llave de un lugar lindo para volver cuando quiera. Entonces la película cuenta una verdad, los hilos son unión y tiempo.

 

            Una metáfora alentadora considerando los tiempos en los que vivimos, separados por la distancia y el tiempo, ya van dos meses desde que empezó el confinamiento. Hoy miro al cielo y espero que todos mis amigos y familiares a los que no veo desde que empezó la cuarentena estén bien. En cierta forma, la separación le trajo cierta claridad a mis vínculos.

  

La brisa que pasó por el espacio entre nosotros trajo soledad desde algún lugar lejano

después de llorar, el cielo parecía más claro que nunca

(Radwimps - Nandemonaiya)

 

            Las letras de Radwimps van a estar constantemente invadiendo la historia, como ven, todas tienen cierto tono meloso o melancólico. Pero Your Name no usa esta melancolía para golpearnos en los bajos. Esta película te invita a aceptar y abrazar esa ausencia para saber qué es lo que nos falta y buscarlo. Taki y Mitsuha encuentran en el uno y el otro eso, aunque por momentos la magia de su encuentro se verá puesta en riesgo por sus temores, por sus inseguridades, o por la cotidianeidad de la vida en sí. Pero hay una pulsión que nos mueve a establecer nuevos vínculos o reforzar los que ya tenemos. Cual Taki y Mitsuha, dos desconocidos cuyas vidas se cruzaron para formar un nudo irrompible, nos es inevitable a veces al dirigirnos a un desconocido, porque sabemos que hay una conexión ahí, y simplemente decirle: “¿Puedo saber tu nombre?”.

 

            Entonces tenemos a dos personajes intercambiando cuerpos, algunos días él está en el cuerpo de ella y viceversa, hasta ahí todo muy convencional pero atrapante porque está contado de una forma (a través de la animación impactante, la música cálida y los diálogos muy bien logrados) que tenemos ganas de ver una vez más la misma historia, como pasa con nuestros cuentos favoritos que siempre queremos releer, porque en esos lugares comunes algo está bien, todo está bien. Esta película es como uno de esos cuentos que nos leen las abuelas, siempre tienen un final feliz y si no lo tienen ellas se encargan de cambiarlo. Hasta que uno aprende a leer y descubre el engaño pero también te das cuenta de que el final que contaba la abuela era mejor y que los hilos son unión y tiempo.

 

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