"Fue un gusto hacer contacto" Crónicas - Parte 4
El primero de los que volvió venía con una mujer desnuda (mamá) sobre el hombro. Le preguntaron qué era lo que traía.
Él dijo "satisfacción sexual de alta calidad", y la mujer frunció el ceño. Los demás extraterrestres lo miraron sin entender.
"Es forma de vida", aclaró. Se escuchó una expresión de entendimiento exagerada.
Mamá miró alrededor para tener un paneo general de cómo era el OVNI por dentro:
Las paredes eran verdes, brillantes y altísimas. No se veía ningún tipo de línea de soldadura, ni tuercas o tornillos. Era una construcción armónica, perfecta. No había consolas con tres metros de botones de colores, como uno se hubiera imaginado. En cambio, clavados en el suelo, habían volantes, manivelas y bastones de mando, fabricados en un material gomoso y azul.
En el piso habían al menos 20 puestos con timones o bastones. En medio del techo y el suelo habían trampillas. La mujer dedujo que se hallaba en un piso intermedio. La luz era verdosa, inundaba los cuerpos atléticos de todos los hombres semidesnudos que allí se hallaban.
Habían otras cosas: máquinas expendedoras de alimentos, plantas arrancadas de raíz, y frascos con cenizas puestos en fila en un estante. Cada uno tenía una etiqueta con un nombre diferente: "Javier", "Humanoide I", "Humanoide II", "Ser cuadrúpedo", "Ser alado", entre otros. También había escritorios, papeles, planos, esferas transparentes que giraban por el suelo y que contenían luces en continuo movimiento.
Los hombres eran todos iguales, parecían producto de una clonación en serie.
Uno de ellos dijo:
—Hora de la segunda descarga.
— ¿Cuánto hace del arribo? —preguntó uno.
—Sólo dos horas —respondió el que sostenía a la mujer. Pronto recordó que lo que cargaba era un ser que poseía capacidades intelectuales y de entendimiento—. Deberíamos volver a utilizar nuestro idioma.
—Es sensato. Ahora, procedamos a la descarga. —La escotilla del suelo se abrió y todos se lanzaron a través de ella, incluso el hombre que cargaba a Mamá.Ya abajo, el extraterrestre soltó a la mujer.
Estaban en el piso inferior. Sobre la superficie de ese nivel, bien cerca de la pared, formando una circularidad paralela a ella, habían tubos anchos y sin fondo. De manera que estos tubos comunicaban con el exterior del transporte. Uno de ellos grito algo y la nave comenzó a flotar, estaban moviéndose por el cielo. Luego, los extraterrestres se desnudaron y se dirigieron a uno de los tubos cada uno.
Se sentaron sobre ellos y mamá los miraba, desconcertada. Luego entendió: Los hombres pusieron cara de esfuerzo.
Estaban defecando.
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