Up - Columna de cine
Esta va dedicada a nuestros abuelos. En medio todo lo que estamos viviendo queremos tener bien presente lo especiales que son nuestros mayores, porque tenemos que cuidarlos en estos días más que nunca. A esos abuelos llenos de historias van dedicadas las próximas columnas, hoy: Up.
Es
la historia de un viejo (Carl) tratando de llegar a Cataratas del Paraíso con
su casa flotante, acompañado por un niño explorador (Russell), un simpático
perro parlanchín llamado Dug y una extraña ave a la que apodan Kevin; abarca y
explora varios temas. La muerte, la vejez, la soledad, el ser aceptado, la
paternidad, y creo que podría seguir. Pero lo que más me gusta de la película
es que es una historia que habla de la aventura que es vivir, protagonizada por
un viejo. No un joven intrépido, no un Indiana Jones, el protagonista de esta
historia es un viejo retirado que se dedicaba a vender globos.
En el primer encuentro que tienen Carl y Russell surge la primera frase fundamental del film: “algo debo ayudarlo a atravesar” le dice el niño y parece ser el hilo conductor de toda la historia si entendemos que la casa que levanta vuelo representa a Ellie, la fallecida esposa de Carl. Cuando uno suelta un globo relleno de elio, se va hacia el cielo y nos queda la mano libre con el recuerdo de que tuvimos un hermoso globo y eso es justamente lo que tiene que atravesar Carl, tiene que dejar ir a su amada, eso es lo que Russell ayuda a atravesar.
Los globos de Carl son importantes desde el principio. Y no hablo de sólo de los globos que Carl usa para volar. Ya de niño vemos a Carl llevando un globo con el lema “El espíritu de la aventura”. Ese globo es lo que lo conecta con Ellie, él lo pierde, ella se lo rescata y devuelve. En los primeros minutos vemos esta constante lucha entre Carl y sus globos, ellos queriendo volar y él tratando de mantenerlos en el suelo. Carl era la estaticidad, no pudiendo saltar un tronco, constantemente cayéndose. La llegada de Ellie a su vida fue lo que le trajo color, lo que le trajo vuelo. De hecho ambos proyectan sus sueños en el cielo.
Alguien me dijo una vez “Si querés hacer reír a Dios, hacé planes”, esto es lo que le pasa a los personajes de Up. En principio vemos como el sueño de Carl y Ellie de tener muchos hijos queda trunco y el nuevo objetivo es el de viajar a Cataratas del Paraíso; los ahorros para el viaje se van yendo en arreglar el auto y la reparación del techo de la casa hasta que Carl logra comprar los pasajes pero no pueden hacer el viaje porque Ellie muere. Cuando están por desalojar a Carl, él hace levantar vuelo la casa (impulsada por miles de globos) para llevarla hasta Cataratas del Paraíso. Ahora el plan de Carl será cumplir la promesa inconclusa a Ellie.
Si sobreviven al visionado de los primeros 10 minutos, se darán cuenta de cómo Carl y Ellie eran la pareja perfecta. En esos primeros minutos podemos ver cómo se ejecuta una narración visual perfecta. Sin diálogos, sólo escenas, imágenes en movimientos que captan la esencia de su vida juntos. En pequeños detalles visuales podemos ver todo comprimido. Ya desde lo más básico, Carl y Ellie se complementan en sus formas geométricas. En él abundan los rectángulos, su cuerpo, sus lentes, su sillón; en cambio en ella abundan las formas circulares, su cabeza, la insignia que le da a Carl, su sillón. Él es la casa queriendo quedarse en tierra, ella es los globos queriendo volar. Curiosamente otro personaje que entra en la vida de Carl será abundante en formas circulares: Russell.
Russell, ese hermoso niño explorador, solo quiere ayudar. Toca la puerta de Carl porque necesita ganar la insignia de “ayuda a los mayores” y lograr que su padre se presente en la entrega del reconocimiento. Lo genial de este personaje es que no emite ningún juicio de valor, él solamente quiere que su papá deje sus ocupaciones y volver a compartir un momento con él. Uno de los grandes momentos de la película es cuando Russell le cuenta a Carl que salían a comer helado con su padre y después miraban los autos pasar:
Parece aburrido, pero creo que las cosas aburridas
son las que más recuerdo
Sabemos por su expresión que recuerda estas cosas con mucho amor y que no son cosas
aburridas. Y ahí es cuando dan ganas de atravesar la pantalla y llevarlo a la heladería, a ver pasar los autos, y a donde quiera porque lo que él nombra como cosas aburridas son las cosas que pasan y nos hacen felices mientras esperamos otras cosas. La presencia de Russell es lo que hace a Carl tomar conciencia de que la verdadera aventura no quedó inconclusa y que el hombre no es una isla.
Esta es también la historia de la caída de los ídolos. Dentro de la aventura se cruzan con Charles Muntz (el ídolo de Ellie y Carl desde niños) pero tienen que salvar a Kevin de las garras de este hombre que resultó ser un malvado. Muntz es el aventurero que Carl quería ser de niño, también viaja en globo y en cierta forma representa lo que Carl puede llegar a ser si se sigue aislando de la vida.
Parece que todos los sueños se caen, Carl está convencido de que no pudo cumplir con el deseo de su esposa hasta que (además de las palabras de Russell sobre las cosas aburridas, que son una estrategia magnífica del guión para que la solución no llegue como caída del cielo) abre el libro de aventuras de Ellie y mira el apartado “mis aventuras”, donde ella había dejado un registro de todas las cosas más emocionantes vividas con Carl. Ahí se da cuenta de que la verdadera aventura fueron esos años compartidos llenos de cosas aparentemente simples. Lo que Up intenta hacer es echar luz sobre lo que nos rodea todos los días. Cómo los eventos más mundanos pueden ser los más significativos: tener un perro, hacerse un amigo, ayudar a un anciano, ir de camping.
Lejos de dejar un mensaje de autoayuda, por ejemplo: “todo lo que te propongas se puede lograr”, Up trata sobre el abrir bien los ojos, que la vida está pasando alrededor y a través nuestro todo el tiempo aunque las cosas no salgan exactamente como las deseamos. Siempre hay alguien para ayudarte a atravesar lo angustiante y lo hermoso. Finalmente Russell ayuda a Carl a dejar ir a Ellie, a soltar esa casa que lo ataba materialmente a su recuerdo y empezar una nueva vida juntos. El padre de Russell no aparece en la entrega de la insignia, otra vez las cosas no salen como se planearon, pero Carl se presenta en la ceremonia redondeando el sentido de la película, no siempre las cosas salen como uno quiere, las cosas pasan y son maravillosas si uno tiene un amigo para sentarse en la vereda y ver pasar los autos.
Hay muchos elementos más para analizar de la película. Lo milimétrico y circular del guión, donde cada elemento introducido vuelve para resignificarse (el chiste de Russell no pudiendo subir la cuerda se retoma cuando lo logre en el enfrentamiento final). Como la música de Michael Giacchino contiene todo en sólo 4 notas. ¿El hecho de que Kevin sea en realidad hembra y los colores que tiene indican que es el primer personaje homosexual de Disney? (tal vez ya estoy sobre analizando demasiado). Podría escribir mucho más, hasta un libro entero. Pero ver esta película me hace llorar demasiado así que podría deshidratarme.
Muchas de las películas de Pixar, y especialmente esta, nos generan lágrimas. Pero no considero esto como algo negativo o como un golpe bajo. Up es una historia llena de color y de vida, Up nos invita a volar y a maravillarnos con los globos de la casa de Carl. El hecho de que nos haga llorar significa que logró involucrarnos, que nos movió el piso. Cuando estás llorando y al mismo tiempo sonriendo es cuando te das cuenta que estás viendo algo realmente maravilloso: a un viejo cascarrabias aprendiendo a disfrutar de la vida.
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